Réprobo Cronos

Oh Cronos,

dios del tiempo enrarecido,

¿como sembraron cielo y tierra

semejante esperpento,

dios de los mortales,

sentencia infame

a andar y desandar lo vivido

en ciclos y veleidades?

¡Yo te maldigo Saturno!,

infringiste lo prohibido,

condición de tu reinado

isolación,

no engendrar tiempo en lo eterno,

no desvirtuar

un paraíso infinito,

descuidado, fuera de tempo.

Creaste finitud,

perverso dios,

en entendimientos alados.

Hoz segadora te define,

frente a vástagos inocentes,

sí, trajiste muerte.

Te incriminaré

hasta el incierto día

en que me diluya

en el latir de un poema,

en su extasiante poesía.

Robaste dulzor,

savia que nos sumía

en eterna primavera redentora,

escindiendo lo perdurable

en cuatro estaciones,

cuatro paisajes,

cuatro sangrientas lesiones

al árbol de nuestras vidas,

ahora ramificados,

senderos de tentaciones..

¡Cuanto rencor

en tu alma endurecida!

¡Cuanto descosido

no remendado!

Pasado

presente

futuro

encadenados en síntesis de fruto cortado,

en rodajas de mimosa

brillante y suntuosa

mas habitada por aguijones inquietos

espinas inestables,

movedizas, vacilantes.

¡Te maldigo, oh Cronos,

te maldigo!,

a ti,

hacedor de mi destino…

Hubo de llegar

la lozana amnesia,

suave, alentadora

a brindarnos

el aletargador olvido.

Checha, 18 de septiembre de 2020