CLASE A VOCES, ACTIVA Y PASIVA
Que pensaba yo,(que aún me queda alguna
neuronilla por ahí suelta) que cada vez hablamos peor.
Sin ir mas lejos, la que escribe, ya ni se
avergüenza de soltar tacos ante el gran público, incluso de titular entradas (véase la
anterior), haciendo uso de esas palabrotas que se nos escapan del alma.
Puesto que soy madre, me he visto largo
tiempo obligada a refrenar el uso indiscriminado de palabras malsonantes en mis
hijos, hasta que sus edades han dejado de constreñirme, antes bien, me impelen
a sacar del buche lo que, de otro modo, enveneraría mi garganta.
Y es que
ante situaciones desbordantes, exasperantes, indignantes, paralizantes.....(muy
habituales en el trato con adolescentes),
ante lo inaudito e incomprensible, no es nada extraño acudir a palabras comodín,
despojadas de significado concreto, que, con la única finalidad de dar
expresión a nuestra ira, dolor o alegría, diluyen nuestro discurso en el
maravilloso, escueto y ahorrativo mundo de la onomatopeya . ¡Ay!, ¡oh!,¡ uh!,
¡uf!, ¡guau!, ¡COÑO!,... podrían ser sinónimos en muchos casos, aunque las primeras tengan la categoría de interjeciones. (En
otra ocasión os revelaré algunas de mis palabras onomatopéyicas favoritas y os explicaré por qué incluyo en ellas a tacos e interjeciones).
Hay quienes a estas expresiones las llama “voces”,
y en cierta medida, no es mala definición,
pues a voces se dicen, a voces se sienten y a voces nos las hacen callar
cuando pataleamos con ellas.
No obstante, siendo gramaticalmente
estrictos , la voz responde a un concepto radicalmente distinto.
Y es en este
punto donde da comienzo mi breve curso de gramática, que, ¿quién sabe si habré
de ampliar en el futuro?
En la mayoría de gramáticas, y por supuesto,
en la española, hay dos tipos de voces, a saber, la activa y la pasiva.
Mientras que en la activa existe un sujeto
bien definido, de carne y hueso (de los que se cansan de actuar, sufren y
padecen), que es el que realiza la acción
expresada por el verbo, y además existe un objeto (o varios), también
específico, enumerable, contable, en el que culmina la acción del sujeto; en la
voz pasiva el sujeto es cosificado, anulado, pasando a ser el objeto de la oración activa sujeto
de la pasiva. Es como si la acción, por obra y gracia de algún mago, se
realizase sóla, al tiempo que el sujeto
pasa a diluirse en el etéreo mundo de los complementos, que no precisan ser
nombrados , sino abandonados a la caprichosa discreción del hablante.
Consciente de lo abstracta que podría
resultar la anterior definición, pondré algunos ejemplos comprensibles para
todos, e incluso un par de ejercicios para consolidar lo aprendido.
Escojamos un campo semántico, sencillo,
conocido y experimentado por la mayoría (por un@s más que por otr@s): “las
tareas del hogar”.
Ejemplos en voz activa:
-
Alguien saca el perro a pasear.
-
Fulanito saca la basura a la puerta.
-
Menganito friega los platos.
-
Zutanito regoge la mesa
Ejemplos
en voz pasiva: (pondré
bastantes más para que quede bien claro, pues la lengua española, a diferencia
de otras, no suele utilizar esta voz, optando por el “se”pasivo-reflejo):
-
Las camas son hechas, cambiadas..
-
La comida es preparada, cocinada,..
-
La ropa es lavada, tendida,
planchada...
-
Los cristales fueron limpiados,
abrillantados,...
-
El suelo esta siendo barrido.
-
El suelo será fregado.
-
Los armarios son limpiados,
ordenados, vueltos a ordenar....
-
Los niños son atendidos, bañados,
alimetados, llevados, traídos, ayudados, entretenidos...
-
La ropa es comprada (y el marido, a
veces, engañado).
-
....
Los ejemplos corresponden a diferentes tiempos,al presente, presente
continuo, pasado y futuro (aunque tratándose de este campo, bién podríamos
habernos limitado al presente continuo).
Estas oraciones, podrían ser completadas por un complemento agente, que
correspondería al sujeto en voz activa, pero parece que los hablantes se
cansan, prefieren omitir aquello que carece de interés (¡todo sea por la
economía!). Si nombrásemos al agente, la oración resultante sería: El suelo está siendo barrido “por Pepit@”.
(Nota aclaratoria: ¡odio el uso
de las arrobas!, pero en un campo tan controvertido como el que nos ocupa, es
preferible evitar cualquier tipo de sexismo, ni siquiera el denominado
lingüístico).
Ha llegado el momento de
ejercitar lo aprendido con un par de ejercicios prácticos:
Ejercicio 1:
Relaciona las dos imágenes de la cabecera con las oraciones de los
ejemplos, en activa y en pasiva.
Ejercicio 2:
Transforma las oraciones activas en pasivas y viceversa.
¿Ha resultado fácil?. Espero que hayais realizado los ejercicios
correctamente, pues no hay soluciones. En todo caso, buscad vuestro propio
solucionario.
Sólo una pista: la aparente contradicción entre las imágenes y las voces
correspondientes es insoluble, es, ¡la vida misma!.
Checha, 30 de agosto de 2012
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