sábado, 19 de septiembre de 2020

 

Sonrisa de azúcar


In memoriam, dedicado a David, que no nos dejó, se fue ofreciéndonos su sonrisa de azúcar









Imagen: Roberto Garfias




- Minino de Cheshire, ¿podrías decirme por favor, que camino debo tomar para salir de aquí?

- Eso depende en gran parte del sitio al que quieras llegar- dijo el gato

- No me importa mucho el sitio- dijo Alicia

- Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes- dijo el gato”

Alicia en el país de las maravillas, Lewis Carroll




Siempre llegarás a alguna parte,

afirmó una sonrisa sin gato.


No hay gatos con sonrisa,

al menos perceptible,

pero sí sonrisas sin gato..

indiferente es al universo

si perro, gato u oruga,..

podrían extinguirse

dejar de ser

no su sonrisa, no.


Divina mueca redentora,

estrechez de comisuras

hacia el infinito,

donde reposa el sol,

donde la alegre luna

configura su mullido lecho

y las estrellas elevan

aristas romas para no herir..

nuestro pecho.


Eres tú, sigues siendo,

porque has dejado herencia,

esa sonrisa infinita

transporta a un lugar que no importa,

lugar no situado

que quizás no sea lugar,

ese acotado,

más bien estado de paz,

armonía en la desidia,

sabrosa delicia

entreverada en dientes ocultos

ya indefensos,

huesos apagados…


Queda tu sonrisa, amigo,

guiará un camino sin camino

desde la cima inquieta

de un ciprés muy alargado

mirando al cielo,

respirando,

dejando sombras sin sombra,

luz que ilumina

entre planetas etéreos

al halo desprendido

de tus huellas ,

inagotable alfombra.

Aguardame en tu planeta,

sonrisa de azúcar.


Checha, 19 de septiembre de 2020






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