Mariposa
Tuvo
que morir la oruga
para
engendrar la bella mariposa,
tuvo
que reconvertirse
hacer
su alma capullo
removiendo
sus entrañas,
hasta
alzarse a las alturas,
volando,
libre de estrechas colañas.
Muerte
a veces dolorosa,
muerte
retorcida y penosa,
muerte
que quiere vivir
y
da vida en su morir,
hace
renacer historia
con
nuevos amaneceres,
páginas
sin escribir
surgidas
de un libro escrito,
olvidado,
ya prescrito,
vencido
por otros sueños,
otros
lares más amenos
que
estimulan la pasión,
la
razón, el corazón,
a
vivir a pulmón pleno,
a
despertar del silencio
que
calló hace mucho tiempo
y
ahora desea restallar.
Muerte
es nuestra historia,
ciclo
que encierra
fuerza
compulsoria.
Checha,
10 de febrero de 2019
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