viernes, 8 de febrero de 2019


La botella



La botella siempre está llena de algo

Largos viajes en tranvía
observando, mirando a los otros,
intentando adivinar
su día a día…..
Siempre los mismos muchachos
tecleando sin parar,
buscando vidas virtuales,
existencias no existentes
queriendo borrar el tiempo
o pasarlo de soslayo.

Observé a un muchacho
que miraba fijamente una botella vacía,
me preguntaba si buscaba el reflejo de sus dedos
o las sombras de la china.

Descubrí al fin
que en diminuta letra
estaba escrito el contenido
de esa botella antes llena
de H2O y minerales,
una lectura poco atrayente
para tanta perseverancia.

Mas pensé que ciertamente,
en lugar de absurdas mofas
o juegos interminables,
más aprendía este chico
que ahondaba en el compuesto
del que todos somos parte,
de la vida que tenemos
del cuerpo que nos subyace.

Volví a verlo en el traslado,
ya sin botella miraba
lo que alrededor sonaba,
hacíamos pues lo mismo,
absorber a los presentes,
sentir el transcurso del tiempo,
animar los sentimientos
o las fantasías latentes,
no más que vivir,
no más que pasar,
no más que soñar, meditar
en este mundo candente.
De una botella puede surgir
un mundo de expectativas
o las horas más esquivas.

Checha, 8 de febrero de 2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario