Olvido
Olvido
las cadenas
que
me ataron
e
hicieron sangrar.
Olvido
las prisiones
en
las que jamás
yo
quise estar.
Olvido
los gritos de justicia,
desoidos,
indignantes,
que
tragué cual inmundicia.
Olvido
el respeto y el amor
que
no he vuelto a encontrar
y
he buscado con razón,
pues
sin razón se esfumaron.
Olvido
los gritos,
desaires
y desamores,
como
espinas rescatadas,
envueltas
en seda de colores.
El
olvido es el regalo
de
esos dioses generosos
que
nos dotan de lagunas
donde
nadar entre espumas,
porque
nos vieron pesados,
cargados
de penas viejas,
sordos
ya de vientos malos.
Y
es que el olvido da vida
Y
es que el olvido suspira
Y
es que el olvido es el trino de un pájaro
que
jamás vuelve a su nido,
y
rama a rama,
raiz
a raiz,
crea
un nuevo porvenir,
cansado,
deshecho
mas
esperanzado
del
nuevo y lento latir.
Checha,
27 de abril de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario