domingo, 19 de noviembre de 2017

Armadillo



Ay mi niña por qué lloras,
tan triste y desconsolada.
Ayer murió mi armadillo
el de escamas plateadas.

No más sollozos, mi cielo,
mañana sin más tardanza,
te compraré un armadillo,
de plata y oro su espalda.

Abrió los ojos la niña,
lo miró con dura rabia,
y dijo la desdichada:

No quiero yo tu armadillo,
sea de oro o sea de plata,
sea de diamante muy rico
o tenga fina la panza.
Mi armadillo es lo que quiero,
el que brincaba en mi brazo,
el que tal como una rosca,
rodaba por los barrancos
y acariciaba mi pecho
dulce, y con silbos francos,
el que lloraba conmigo,
el que escuchaba mis cuitas,
el que hacía que mis noches,
fueran como tiernas citas
con amores sin reproches,
con risas y sueños nobles.

Guardate el oro y la plata,
que no compro yo cariño,
el mio me lo regalan


Checha, 19 de noviembre de 2017

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