LIRAS DE NEGRITUD.
TRASNOCHANDO CON SOREN
Soren,
corazón blanco por definición, por sustancia, es experto en
tras-nochar. Tras sus noches, que son, han sido muchas, ciegas,
sórdidas, pesa-dilladas, siempre despierta, siempre encuentra la
nueva luz de la mañana.
En
Soren se hace lo negro blanco, lo blanco negro, o gris, o matizado
con un golpe de bastón, implacable con la injusticia.
Sabio
dador de oportunidades. Sabio por experiencia, por múltiples
vivencias que refrendan sus palabras y las llenan de contenido
honesto y honorable.
Dador
porque es acogimiento, porque es cobijo y empuje. Ese es su legado,
un gran intelecto puesto al servicio de la verdad, de la valentía,
de los hombres (las personas, como acertadamente matiza).
Mucho
hemos de agradecerle todos, ¡muchísimo he de agradecerle yo!, y es
de bien nacida hacerlo, aquí, ahora, ya, ¡antes de que el tiempo
borre lo que para mí será imborrable!
El
año pasado trasnoché junto a él, junto a un grupo de amigos, de
esos que viven y sienten. Tenía un motivo de elogio,"Eu”, Esther,
una artista con mayúsculas, y, a pesar de mi inexperiencia y
timidez ante los grandes de la lírica, consiguió, consiguieron él,
Sebas, mis más entrañables amigos, que leyera un humilde escrito fuera de programa.
Anteayer
fui yo la que se metió en el lío. Puro impulso improvisado por la
mañana, tras asistir a la sesión del miércoles. El tema era
atractivo para mí, las bonitas lecturas que escuché, consiguieron
inspirarme, sin buscarlo, sin premeditarlo, …
¡Puro
impulso!, nada extraño en mí. Terminado el texto, que ni siquiera
sabía cómo denominar, llamé a Soren. Le rogué que fuera honesto,
que no consintiera que hiciera el ridículo ante un texto
improvisado, ajeno a cánones literarios. Lo leí por teléfono.
Pregunté: ¿lo tiro a la basura?. Contestó: ¡ni se te ocurra!,
¡hoy lo lees!. Me ilusionó poder ser partícipe de un espacio
reivindicativo, formar parte de un coro de voces unidas contra la
barbarie del racismo, la insolidaridad, la indolencia frente a la
seriación de mundos: primero, segundo, tercero,...
Demasiadas
extensas mis palabras, que se resumen en una desbordada de afecto,
cariño, gratitud, admiración:
GRACIAS.
Gracias
a Soren, y gracias a los presentes, que escuchasteis mis palabras
fuera de programa (creo sinceramente, que si estuvieran forzadas por
un programa o programadas en mi mente, dejarían de existir).
Cecilia
Guillén Pérez
(Aprovecharía la entrada para elogiar la novela de Alfredo Cernuda, "La amante imperfecta", adecuada sin duda a este contexto, a la noche, a la negritud. No obstante, merece una mención aparte, que no tardaré en dedicarle. Entretanto, os recomiendo encarecidamente su lectura)
Checha,
19 de julio de 2014
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