jueves, 2 de febrero de 2012

GENEROSIDAD Y ALTRUISMO

 No me resisto a copiar esta cita de un poeta, cuyo libro "El Profeta" me deleitó cuando era jovencita (bueno, aún más).
   La generosidad de espíritu, esa que no cuenta horas, minutos, segundos, dedicados a los demás; esa que recibe cuando da; esa que nunca está demasiado ocupada para atender al que reclama tan sólo un trocito de uno mismo, unas palabras, una señal de afecto, una simple sonrisa, una demostración de "estoy aquí, pero también allí para tí", esa, la mayor de las riquezas, tiene una gran ventaja: no se declara en Hacienda y pocos se dan cuenta de que estás ganando mucho, muchísimo, ¡y en negro!




"Das poco cuando das de tus posesiones. Es cuando das de ti mismo cuando realmente das."
GIBRAN, Gibrân Jalîl
Poeta, filósofo y pintor libanes
 
        
Checha, 2 de febrero de 2012

4 comentarios:

  1. Tú misma me has dado pie,(aunque ya sabes que la cabra tira al monte...)

    Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.

    Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.

    Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.

    Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.

    Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.

    Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.

    Que allá donde desesperación, yo ponga la

    esperanza.

    Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.

    Que allá donde hay tristeza, yo ponga la

    alegría.

    Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado,

    como consolar,

    ser comprendido, como comprender,

    ser amado, como amar.

    Porque es dándose como se recibe,

    es olvidándose de sí mismo como uno se

    encuentra a sí mismo,

    es perdonando, como se es perdonado,

    es muriendo como se resucita a la vida eterna.

    (Autoría atribuída a San Francisco de Asís).


    Besos mil, querida Checha.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa gran poesía colgaba de mi cuarto de la playa y podía leerla todos los días.
      Es maravillosa.
      Gracias, mil gracias por publicarla aquí. También es parte de mí, como todos vosotros.
      Un besazo.

      Eliminar
  2. No sé la razón por la que milamami ha suprimido su comentario, lo cierto es que remitía a un precioso debate del programa REDES

    REDES - LA CIENCIA DE LA COMPASIÓN
    Dura 27 minutos, pero es muy bueno, este es el enlace :
    http://www.rtve.es/alacarta/videos/television/redes-16-05-10-ciencia-compasion/773091/

    Creo que merece la pena escuchar de un biólogo que la compasión y el altruísmo son realidades existentes en nuestro cortex cerebral. Activarlos nos hace más felices, y educar a nuestros hijos en desarrollar herramientas para ser personas, es tarea mucho más importante que imbuir en sus cabezas conocimientos,que puede que los convierta en "expertos", lo cual es ser poco, muy poco.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, pues ha sido por error mi borradura, porque quería añadir en el mismo comentario, y no en otro nuevo, algunas cositas sobre Matthieu Ricard, que es el entrevistado por Eduardo Punset en este programa de Redes. Ya no me daba tiempo a arreglar el entuerto, y pensaba hacerlo más tarde, como ahora que son casi las dos de la madrugada, pues tenía que arreglar una máquina antes de irme a la ópera-cine en Nueva Condomina, y os cuento todo esto porque tiene relación, ya que siempre que voy a ver la ópera al cine, estoy una horita antes, por lo menos, y entro al Fnac, y hoy he comprado dos de los libros de Matthieu Ricard, él es biólogo molecular y monje budista. "El monje y el filósofo" es una conversación con su padre, el filósofo Jean-François Revel, con el que es coautor del libro y "En defensa de la felicidad", no puedo opinar todavía sobre ellos, claro, qué pava soy, si me los he comprado es porque no los he leído, y si habéis visto la entrevista creo que sus libros pueden ser muy interesantes, he buscado otro suyo "El arte de la meditación", pero ya no me daba tiempo, pues quería tomarme un café antes de entrar al cine, ya que iban a ser más de tres horas de posaderas sentadas en butaca, y ha sido una tarde divertida, porque mientras pasaba por caja en el Fnac, recibo la llamada de una loca, y mira que yo estoy como las cabras, pero estoy viendo que ella me gana, y nos hemos estado llamando, mientras me tomaba el café, ya dentro con la ópera pegando berríos en la pantalla, con lo que casi no la oía, y ella me decía: pero que tú no puedes hablar, que estas en la ópera. Y yo: pero que es el cine, aquí sí puedo, coño. Y es que había que ver cómo quedaba su entuerto, FIN.

    ResponderEliminar