viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Sabéis una cosa?. Me gusta mi blog. Me gusta tanto como a cualquiera debería gustarle el suyo.
       No es en absoluto por las opiniones, pensamientos,..... torpemente vertidos en él, sino por ser un espacio de expresión mío, un lugar creado por mí, donde me siento cómoda por sentirme rodeada de imágenes, música, pensadores.... de mi agrado. Es como hacer un hogar propio (bueno, no del todo, más bien "casada con el ordenador" que es bastante tirano conmigo y en muchas ocasiones me impone su modo y manera) e invitar a tus amigos a entrar y participar en él.
      Hay algo más que me apasiona del blog. Es el hecho de estar siempre incompleto, lo que hace que siempre que tengo un rato me esfuerce por introducirle algo, con más o menos fortuna, a sabiendas de que es tarea interminable.

2 comentarios:

  1. Llevas toda la razón, el blog es un "amigo insaciable" cuya hambre la produces tú mismo. Hay como una válvula de escape que os conecta, y una vez enchufado fluye mágicamente. Es el amigo que escucha, que opina con respeto, que enciende algunas neuronas que parecían apagadas. En fin, que se pasa de puta madre escribiendo un blog, y más si es intimista como el tuyo,hecho con tan buen hacer, valga la redundancia y con tanto mimo.
    ¿Te he dicho que te quiero Checha?¿no?, pues hala, dicho queda!. Besos miles.

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  2. ¡Qué bien has definido y descrito un blog!.Te agradezco mucho las alabanzas al mío en concreto, aunque en lo del mimo vas muy desviada. Has de saber que trato mi ordenador a pinchazo puro, y luego ocurre lo que ocurre:
    El Burro flautista


    Esta fablilla,*
    salga bien o mal,
    me ha ocurrido ahora
    por casualidad.
    Cerca de unos prados 5
    que hay en mi lugar,
    pasaba un Borrico
    por casualidad.
    Una flauta en ellos
    halló, que un zagal 10
    se dejó olvidada
    por casualidad.
    Acercóse a olerla
    el dicho animal
    y dio un resoplido 15
    por casualidad.
    En la flauta el aire
    se hubo de colar,
    y sonó la flauta
    por casualidad. 20
    «¡Oh!», dijo el Borrico,
    «¡Qué bien sé tocar!
    ¡Y dirán que es mala
    la música asnal!»
    Sin reglas del arte 25
    borriquitos hay
    que una vez aciertan
    por casualidad.

    Sin reglas del arte,
    el que en algo acierta,
    acierta por casualidad.

    Esta descripción sí que es perfecta.
    En fin me has puesto colorada con esas declaraciones amorosas en público. Ya te advertí que la carta de amor no era para ti, ¡cabezota, que no te enteras!,¡era de mi abuelo!
    Muchas muchas gracias por todos tus comentarios.
    Un besazo

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