sábado, 12 de noviembre de 2011

MI COLECCIÓN DE REFRANES

                 ¿Sabes que la Pepi tiene un novio ruso?. ¿Quéeeee?¿- Sí, me han dicho que la han  vsto varias veces  en ese garito de  ahí con un tío alto, rubio y que hablaba muy raro.. ¡No jodas!, ¿y por qué va a ser su novio?, ¿y por qué ruso?,¡anda que no hay españoles rubios!. Mira lo que te digo, ¡cuando el río suena, agua lleva!. Bueno, si tú lo dices, ¡ya se verá!.


Envidio a esos seres “memoriados” que leen y no olvidan, en cuya memoria quedan sellados pasajes y citas que les gustan o han impactado; pero sellados es poco, les quedan grabados a sangre y fuego con todas las palabras, con fecha, autor y hasta con comillas.
Desgraciadamente no pertenezco a este grupo, ¡que más quisiera!.
        Pues bien, los “memoriados” son deliciosos interlocutores, que expresan sus opiniones, hablan y discuten, apoyando sus teorías en algo que díjo alguien en un pasado más o menos remoto. Eso sí, ese alguien  ha de tener un gran peso intelectual, ser culto, leído y admirado, condiciones imprescindibles para poder convertirse en cita de autoridad.
    No obstante, cuando  se hace uso de una cita de autoridad, no nos sentimos amedrentados; la cita podrá hacer mella en nosotros, podrá “ponernos las orejas de punta”, pero seguirá siendo más poderosa, la fuerza que nos impulsa a defender nuestras ideas, a ser fieles a nuestra razón y sentido común, porque en definitiva la lucha es de uno contra uno, o a lo sumo dos. Así que nos ponemos nuestra coraza, nos armamos con el buen escudo socrático de “sólo sé que no se nada”, “y tú tampoco” y, ¡a seguir debatiendo!. Otros hacen uso de técnicas más visuales y burdas, aunque no menos efectivas: imaginarse al interlocutor cagando o tirándose pedos  es un viejo método igualador; si la muerte es igualadora social, también nuestras comunes “guarrerías” lo son.

     Y, sin embargo, ¿qué me decís de los refranes?. Cuando en una discusión alguien apela a un refrán consagrado (ya hablaremos de refranes machistas y refranes “ad hoc” que carecen de historia y, por supuesto de futuro), el oyente tiende a aceptarlo como el sentir común, como el sentir de la humanidad. Puede intentar interpretarlo a su favor, pero difícilmente le atribuirá falsedad. ¿Por qué?. Entiendo que los refranes son fruto de experiencias que se remontan a un pasado, a veces muy lejano, y se van reafirmando en la historia a fuerza de repetición de esas mismas experiencias por  el mismo género humano, cuya vivencia de las mismas es cuanto menos parecida.    Se trata de sentencias que hacen referencia a cómo vivir (también en sociedad) de la mejor manera posible, a los peligros y consecuencias que pueden tener nuestros actos; y éstas se van transmitiendo por vía fundamentalmente oral de generación en generación. 
El carácter universal de los refranes podremos comprobarlo fácilmente cuando comencemos la lista de refranes en varios idiomas (aunque yo sólo sé tres y mal: castellano, alemán e inglés, alguno mejor que otro) , pues nos daremos cuenta de que una gran mayoría de ellos tiene su paralelismo significativo en el resto de idiomas, aunque no coincidan las palabras.
     Creo que nos encontramos ante la eterna búsqueda de la verdad por parte del hombre, y estos refranes constituyen pequeñas verdades , si es que eso existiera, en definitiva, normas útiles no establecidas, que no pretenden nada pero están ahí, y por la razón que fuere, todos hacemos uso de ellas.

Comenzaré mi lista con dos propuestas que no voy a comentar ,porque mi blog y lo expuesto anteriormente son clara explicación de ellas:

1- ME ROMPÍ UN PIE Y FUE POR MI BIEN

2- NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

Espero vuestras interpretaciones y vuestras nuevas propuestas.


             Checha, 12 de noviembre de 2011

3 comentarios:

  1. Me atrevo con el segundo, "no hay mal que por bien no venga".Taaantas veces lo he experimentado que hasta me lo creo y todo. Cuando algo se nos tuerce, pensamos que algo hemos hecho mal, en vez de ver quién o qué lo ha causado. Tendemos a autoinculparnos, cuando muchísimas veces es al revés, es el mundo y no nosotros quienes provocan nuestros males. Hay que aprender a salir del problema y verlo con otros ojos. Por eso el de "más ven cuatro ojos que dos".
    A lo que voy, que me enrollo: no creo en las casualidades ( ni en un destino fatal "que va sembrando el mal para que yo lo recoja" jajaja, esa es otra historia), no creo como digo en el azar, ni en un destino preescrito. Somos dueños de nuestra historia. Y si las cosas ocurren, aunque sean "malas" a priori, siempre, SIEMPRE, podemos sacar partido de ellas. Podemos aprender, podemos crecer, podemos enseñar... Besos miles amiga Checha!.

    ResponderEliminar
  2. Hola Checha, me dispongo a escribirte, yo toda sentimental y trascendente, y de pronto me estoy partiendo el culo de risa, porque uno de mis hijos se va a poner a ver una peli y ha empazado a sonar en la calle el organo de los gitanillos, que se oye un huevo, así que se ha puesto a cagarse en "to lo que se menea" riéndose. Yo que me río hasta de mis bragas rotas, pues imagínate. La expresión partirse el culo de risa me la ha pegado mi otro hijo. Así andamos por aquí un día y otro también.
    Yo también me alegro mucho de reanudar el contacto, nada se puede dar por hecho, ¿verdad?. La culpa la tiene internet, para que no digan que es tan malo.
    47 años dan para mucho, parezco una vieja hablando, pero de eso nada. Me siento joven, la mente mas clara, tolerante, procuro no juzgar, sé cual es mi prioridad por encima de todo, antes que las mias, mis hijos mientras dependan de mi. Por mal que nos vaya aquí, no olvido a diario a los que nacen ya muriéndose, sobre todo a los niños, de hambre, puestos en los pechos de sus madres de las que no pueden sacar nada. Pero somos humanos y a cada uno le duele su propia herida. He aprendido a no actuar en caliente, sobre todo cuando se trata de algo trascendente, y esto lo aprendí precisamente así, equivocándome con mi reacción en algo importante; al poco tiempo me sucedía otro hecho más grave aún y supe sacarlo adelante gracias al anterior, como no existe la casualidad, si no la causalidad, sé que el 1º me sucedió para que aprendiera y me preparara para afrontar lo que me venía después. Y aunque algo haya muerto dentro de nosotros, es como cuando falta un brazo o una pierna, o un órgano interno, y sabes que lo que esta muerto ya no vuelve, pero sigues adelante y eres más fuerte.
    Bueno y como me conoces un poquito ya sabes que procuro reirme 1º de mi, y ahora lo hago solo de mi, además de "to lo que se menea".
    Me he puesto muy trascendental así que............... a hacer el amor todo lo que podamos, COÑO.

    ResponderEliminar
  3. Tenéis razón las dos, la vida es aprendizaje, de lo bueno y de lo malo. Por eso, llegada cierta edad, la del "sombrero rojo", ya no merece la pena arrepentirse de nada, porque todo, absolutamente todo lo que nos ha ocurrido, ha hecho que seamos lo que somos ahora.....
    ¡UNAS TÍAS GENIALES!
    Más besos y gracias

    ResponderEliminar