Loco le llaman

Bebe en fuentes que manan

dirección a las estrellas.

Baila música vibrante

siguiendo dúctiles piernas,

el resto queda expectante.

Grita al viento su alegría,

con ardor, con entusiasmo,

un espanto.

Se disfraza de payaso,

encubriendo,

conteniendo así su llanto.

Anda con ojos cerrados,

nada con la boca abierta

tragando agua,

salada o desierta.

Esgrime burdas razones

o estúpidas sinrazones,

mascando hilaridad

disfrazada de colores.

No cuentan ricos ni pobres,

místicos o chistosos,

jovenzuelos o ancianos,

petulantes poderosos

o ínfimos seres livianos,

si no lo oyen

lo escuchan

mansos ecos muy lejanos.

La vida vive,

vive hoy,

sin mañana y sin ayer,

que no le cuenten las penas,

ya las tragaron sus venas.

Le llaman loco,

no sé.

Checha, 22 de septiembre de 2020