viernes, 22 de febrero de 2019


Sueño



Y un tímido rayo de sol
se filtró por los calados
de la persiana entreabierta,
templando sus párpados,

medio adormilados.

No, no era capaz,
esa cálida caricia
que incitaba a despertar
al tedio más cotidiano
abandonando el plácido sueño,
tan intrépido y ufano
aunque fuera tan vez vano,
no la transportaba al mundo,
la cogía de la mano
hundiéndola en lo infrahumano.

Dios del sueño abrázame,
restallaban sus agrietados labios,
pero el dios no le tendió
su amoroso y tierno manto,
aunque la dejó soñar,
soñar que estaba soñando.

Checha 22 de febrero de 2018


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