Pequeñas
infamias
Ríete de mis torpezas,
ríete de mis gansadas
ríete de esas meteduras
de pata enfangadas,
ríete de mi franqueza….
Pero no me juzgues,
no seas juez implacable
con el hacha alzada
que espera hundirla
en mi semblante inocente
verlo sangrar
chorrear estrellas de ira,
y aun insatisfecho,
empujar hasta mi pecho
y sacar incluso el lecho
del hilillo de esperanza
que esta a punto de quebrar.
No me juzgues juez insensato,
que tus fallos,
estúpidos conatos
de razonado pensar,
múltiples e hirientes
van minando lentamente
mi tardo y solo caminar.
Mira en tu espejo cóncavo,
quizás encuentres algo,
un ápice que remendar,
y si no lo encuentras,
ya sabes
pura farsa es tu mundo perfecto,
llanto de seres indefensos.
Juez duro y extenuante,
ríete,
ríete de ti, de mi,
del mundo que alborota
y se hunde en sus miserias
parecidas a las mías
recuerdos de la ceniza
que somos y tu serás.
Checha, 2
de diciembre de 2018
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