martes, 20 de febrero de 2018


Vieja silla



No quiero ser
aroma en el desierto,
ni sonrisa que esconda
afilado armamento,
ni animal que lamente
su fortuna despiadada,
ni rio que se entrecha
en convexos cañones,
ni amapola que rinde sus honores
al filo del cuchillo traicionero.

No quiero ser la dulce mariposa
que en párpados yertos se posa.
No quiero ser tu voz esquiva
que habla enjugando saliba.

No quiero ser la estrella mañanera
que se esfuma
que se opaca en la mañana altanera.

No quiero ser tu beso enamorado
que sabe a hiel
y a polvo mojado.

No quiero ser tu risa ni tu llanto,
sino el mero transcurrir
de un armonioso canto.

Quisiera ser arte,
mas no puedo,
de altura tan excelsa me mareo.

Quiero ser la vieja silla
reposo del caminante
que no luce mas está,
vieja, rota, allí constante.

Checha, 20 de febrero de 2018

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