Vieja
silla
No
quiero ser
aroma
en el desierto,
ni
sonrisa que esconda
afilado
armamento,
ni
animal que lamente
su
fortuna despiadada,
ni
rio que se entrecha
en
convexos cañones,
ni
amapola que rinde sus honores
al
filo del cuchillo traicionero.
No
quiero ser la dulce mariposa
que
en párpados yertos se posa.
No
quiero ser tu voz esquiva
que
habla enjugando saliba.
No
quiero ser la estrella mañanera
que
se esfuma
que
se opaca en la mañana altanera.
No
quiero ser tu beso enamorado
que
sabe a hiel
y
a polvo mojado.
No
quiero ser tu risa ni tu llanto,
sino
el mero transcurrir
de
un armonioso canto.
Quisiera
ser arte,
mas
no puedo,
de
altura tan excelsa me mareo.
Quiero
ser la vieja silla
reposo
del caminante
que
no luce mas está,
vieja,
rota, allí constante.
Checha,
20 de febrero de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario