Poema
claroscuro
Hay
poemas de esperanza
plenos
de luz y alegría,
que
desbordan los sentires,
de
los que brotan cantares
que
nacen del corazón
rozando
la sinrazón.
Otros
poemas, los hay,
llenos
de melancolía,
de
tristeza y agonía
de
trapos sucios y viejos
que
impiden la perspectiva.
Surge
de ellos la lágrima,
esa
gota de perfidia,
de
desesperación e ignominia.
Y
ambos son nuestra vida.
Somos
cielo y somos tierra,
infierno
en su fuego fatuo,
las
garras de una gran fiera,
pero
tambien armonía,
risa,
espera, calor de día,
la
mirada tierna y pura
de
inocencia y energía.
Somos
lobo y cual oveja
nos
llevamos la sorpresa
de
andar entre la maleza
y
degustar la melaza.
Como opuestos necesarios
asumimos
ese fario
de
ser uno y de ser dos,
de
vagar por dos espacios
que
se unen y rechazan
pero
al fin son el pilar
de
nuestro empeño diario
por
limar las asperezas
y
equilibrar el dialogo.
Que
vida es poema dual,
que
poema es despedida
y
algazara sin igual.
Checha,
15 de febrero de 2018
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