domingo, 17 de diciembre de 2017

Felicidad un instante



Suena la quinta de Beethoven,
estruendosa, magnífica...
llora de emoción,
se apaga su voz.

Valencia, amada tierra del naranjo,
de la madre que lo engendró...
llora de emoción,
se apaga su voz.

Se le escapó el tren,
con él también sus recuerdos,
vive ahora de momentos,
que se esfuman, no se ven.

Recita poemas antiguos,
vetustos retazos de lucidez,
habla de seres exiguos,
inventa historias de miel.

Felicidad de instantes vividos,
tan cortos, tan inmediata
que no reposa y descansa,
que se fuga entre los hilos
de una vida fragmentada.

Cerebro ingrato, maldito,
lo has convertido en un paso,
le has robado el saboreo
del tiempo futuro y ocaso.

Ausencia fantasmal,
ojos lejanos,
entienden solo una cosa,
el cariño de las manos.

Es como un libro cerrado
cuyas hojas van en blanco,
antes de abierto olvidado.

Solo le queda el instante,
que se escapa,
que renace.
Mira con ojos abiertos
tanto ciegos como muertos...
llora de emoción
se apaga su voz.

Vivir y recordar lo vivido
es vivir,
sin recuerdos sin-vivir.


Checha, 17 de diciembre de 2017

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