Solo
Salió
de casa de noche, pensando que era de día. Encontrose un rojo pez
que en la fuente se mecía. Se lavó lento la cara, buscando el sol
de la mañana. Mirolo el pez asombrado. ¿Tú que buscas
desgraciado?. Busco al sol, la fuente mía de calor y nueva vida. No
existe sol en la noche- dijo- solo luna, luna fría. La noche es
larga, muy larga para aquel que no confía.
Desconfiado
me llamas, tú que temes la caricia. El pez respondió sin miras: Sé
que huiste de los hombres, del tumulto y las porfías. Tu corazón sé
que alberga espinas de rosas negras, el dolor de los engaños, las
tramas y las envidias.
Ya
que tanto sabes tú, ¿por que no cuentas tu cuita?, ¿por qué no
dices que solo mueres en la fuente angosta, constreñido por las
aguas que no permiten la dicha de estar bajo el sol sereno, bajo su
sana delicia?. Quedose el pez taciturno, pensando que uno cree ser
portador de verdades cuando los demas tienen la clave: no hay dicha
sin la desdicha de ver la miseria ajena.
Solo
y solo ya son dos, dos mas en la gran cadena.
Volvió
a casa de día, pensando que por la noche, todos los gatos son pardos
y los peces desentrañan un discurso que no es falso, es cotidiano y
pura vida. No es noche la que no alumbra, no es día el que se
enturbia.
Checha,
16 de noviembre de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario