miércoles, 29 de noviembre de 2017

Puro azar



Porque sí
sucede la vida.

Porque sí
nacen estrellas
que se apagan
como velas.

Porque sí
cantó la rana
y el sapo airado gruñó,
porque le dio la gana.

Porque sí
murió mi gato
ni enfermo ni apazguado
tan solo un poco cansado.

Porque sí
lloro yo a veces
por memeces
o ridiculeces.

Y es así que tanta culpa
llena la vida de sombras
y culpable es que sabe
que actuó indebidas obras.

Apagas las luces
y sientes que alumbras
rebosas de buena suerte
de brillo todo lo inundas.
¿De qué te sientes culpable
si el que fue es tu padre
el que a quemarropa
mató a dos gaviotas?
Y tú no querías,
detonó el zumbido
cuando lavabas la ropa.

No se hereda la culpa, mi cielo,
se hereda la fama
también el dinero
pero no las deudas
de los que te hicieron.

No eres culpable tú,
mira de frente y respira,
lo que en vano te roía
son las malas intenciones
del que con tan necios dones
atemperó tus canciones.

Porque sí,
te adoro,
porque sí.

Checha 29 de noviembre de 2017


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