miércoles, 18 de octubre de 2017

Nacionalismos






Ay mi niña tan pequeña,
de ojos negros y aguados,
tan grandes como una estrella,
y esa mirada tan triste,
tan extraña y harto bella.

Que mataron a tu padre,
tu madre murió de pena,
esos locos nacionales,
amantes de las cavernas,
de miradas tan estrechas,
que no ven mas que sus tierras.


Alma llena de poesía,
de la ternura más tierna,
casualmente somos de aquí,
y de allí si falta hiciera,
porque no tenemos anclas,
porque la tierra es esfera.

Ay mi niña que se rompe,
que se fractura la tierra,
pero el mundo no es más que uno,
una la pequeña cueva,
diferencias las que quieras,
mas no pasan de minucias,
pequeños granos de arena.

Ay mi niña no me llores,
que tu llanto sabe a sierra,
a tierra de los tiranos,
que tratan de deshacerla.

Checha, 16 de octubre de 2017

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