viernes, 4 de abril de 2014

MIS PALABRAS ONOMATOPÉYICAS FAVORITAS. RECONCOMERSE

MIS PALABRAS ONOMATOPÉYICAS FAVORITAS.RECONCOMERSE







Abro aquí una nueva sección/etiqueta del blog, que me resulta especialmente atractiva, y en la que espero seáis activos colaboradores. Ya anuncié  en mi entrada “CLASE A VOCES, ACTIVA Y PASIVA” mi intención de dedicarme un poco a este apasionante mundo de las palabras, su procedencia y significado.
Doy comienzo con esta palabra, “reconcomerse”, porque, además de resultarme altamente descriptiva y transmisora, tiene su pequeña historia.
 Corría el año 1990 y yo estaba estudiando traducción en la Complutense de Madrid.
Todo un placer fueron aquellos años. Clases muy minoritarias, y, por tanto, muy participativas, y un profesorado de lujo. Como es de suponer, mi asignatura preferida era la de traducción del alemán al español, que, además de ser pura práctica (cada alumno realizaba la traducción de un texto literario alemán, que se analizaba y discutía en clase), mucho más minoritaria que el resto de asignaturas (una media de diez personas habíamos elegido traducción de este idioma), era impartida por un entrañable profesor murciano (residente muchos años en Madrid), cuyo fallecimiento, una vez trasladado a la Facultad de Murcia, supuso una gran pérdida para todos, tanto a nivel humano como profesional. Juan Conesa era un ser muy especial, y moderaba a la perfección nuestras bizantinas discusiones acerca de si una palabra trasladaba mejor o peor el sentido que quería darle el autor.

Pues bien, jamás olvidaré aquel día en que traduciendo un texto, creo que era de Borchert (“Draussen vor der Tür”), al poner en común mi traducción, utilicé la palabra “reconcomerse”. Juan Conesa me miró sonriente: - ¿eres murciana?, preguntó. Ante mi afirmación nos comunicó que él también lo era, y que era este un vocablo muy murciano y muy gráfico. Estuvimos un rato comentando lo bella que nos parecía a ambos la palabreja, que lejos de ser un término vulgar, resultaba ser especial, con alto poder significativo, también en su morfología y fonética.

Y es que las palabras tienen belleza, unas más que otras, siempre relativa al hablante.
Han pasado ya bastantes años, y esta palabra sigue manteniendo un lugar privilegiado en ese área de mi cerebro destinada al lenguaje.¡Cuantas veces la he pensado o utilizado como término insustituible para describir una u otra realidad!.



Quizás el análisis etimológico y las definiciones de los diccionarios, puedan ser la clave de tal singularidad.

Definición de onomatopeya (RAE)
Del griego: ónoma y poieo
Imitación del sonido de una cosa en la palabra con la que se la designa. Particularmente, imitación de un sonido para designarlo o referirse a él, p. ej., las voces de los animales: miau, guau, etc.

Definición de sonido expresivo (Maria Moliner)
“ciertos sonidos que sugieren por sí mismos la idea contenida en un grupo de palabras, que no tienen, fuera de ellos, otra cosa en común…”
“en muchos caso se trata de una apelación directa del sonido a la mente, como el grupo “crsp”, crespón o crispir, el grupo t….r (t...r...l, t...r...r) en tarumba o aturullado, o los sonidos “rr” y “ch” en palabras despectivas…”.

Curiosamente, estos sonidos, entre otros, se encuentran incluídos en lo que yo he venido a denominar palabras onomatopéyicas, y son, en muchas ocasiones el núcleo de su potencial expresivo.

Centrémonos ahora en el significado de cada una de las partes (prefijos) que componen esta palabra:
El prefijo “re”  proviene del latín, y posee varios significados: ir hacia atrás, de nuevo, regresar...
También del latín proviene “con” (originariamente “cum”), junto a “com” y a “co”. Su significado es compañía, reunión, juntar, espíritu concordante…

Transcribo finalmente la definición que nos dan los diccionarios:
“concomerse, rabiar, recomerse. Sentir un intenso descontento, que se mantiene oculto, por ejemplo, por celos, por envidia, por humillación o por tener que hacer algo contra la propia voluntad”

de “comer”, poco usado. 1- mover los hombros y la espalda par aliviarse la picazón  2- estar muy impaciente o estar muy desazonado o rabioso, por un sentimiento tal como envidia o humillación. Sin: corroer, rabiar, desesperar…” (Maria Moliner)

“ 1- impacientarse por la picazón o una molestia análoga”, 2- impacientarse por una molestia moral” (RAE)

Más divertida que las anteriores resulta la definición del libro-diccionario “Parablero murciano”, Molina Fernández, ed. Mediterráneo, que os recomiendo,si queréis pasar un buen rato. Dice así:
recomerse: “tiner recolcón por argo diterminao// “.No apara de recomerse por lo que ha hacío” // Fam: recomia-o. sin: reconcomerse”



Si unimos ahora todos estos significados, tanto reales como figurados, resultaría una definición real-figurada, capaz de describir tanto sensaciones externas como sentimientos.
Sería algo así como “rumiar”,”regurgitar” de nuevo lo que se ha comido, y varias veces, pues el prefijo “re” nos habla de repetición y de vuelta. Volver a tragar lo tragado, ¿por qué?. Quizás porque nos ha sentado mal, porque nos pica el estómago o el alma y no hemos podido digerirlo a la primera.

Nuestro estómago rumiante guarda, e intenta volver a masticar , con fuerza (el sonido “r” nos la sugiere), para conseguir eliminar la acidez, la desazón, para disfrutar el sosiego que da a nuestro cuerpo una placentera comida bien digerida, para alcanzar la paz que da a nuestra alma haber asimilado un suceso, haberlo asumido con mayor o menor esfuerzo, a grandes mordidas, hasta triturarlo, hasta sentir que es una página que se ha borrado, para siempre.

Checha, 4 de abril de 2014

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