Es triste e indignante la certeza indudable del
dicho español: “hagas lo que hagas, siempre estará mal”. Consecuencia inmediata
de ello es :haz simplemente lo que quieras, actúa según tu conciencia, obviando
las críticas, en muchos casos malintencionadas, de los que te rodean.
El honroso, consecuente y elogiable gesto de
Javier Marías de rechazar el bien merecido premio nacional por su obra “Los
enamoramientos”, a pesar de sus convincentes explicaciones, ha sido
malinterpretado y tergiversado en diversos medios de comunicación. Se ha criticado
a Marías de engreído, de ser incongruente con su pasado por haber aceptado en
el 74 el premio nacional a la traducción,.... ¡Como si las circunstancias no variasen y las personas tampoco!. Toda
persona tiene derecho a actuar en cada momento según su conciencia, incluso si
ello se contrapone a actuaciones anteriores.
Conozco a Javier Marías personalmente, y me
enorgullece haber sido alumna suya de traducción, en la Complutense de Madrid.
Leo asiduamente sus artículos en el País, y admiro profundamente su integridad,
sagacidad y congruencia de ideas.
Si, como algunos arguyen, hubiera avisado
previamente de su decisión, es evidente que el premio no hubiera quedado vacío,
se le habría concedido a otro...
.pero Javier Marías no hubiera tenido la oportunidad de expresar y enfatizar con el rechazo, su total y absoluto desacuerdo con la política gubernamental, del signo que fuera, presente y pasada, en lo referente a dos pilares básicos de la sociedad: sanidad y educación.
.pero Javier Marías no hubiera tenido la oportunidad de expresar y enfatizar con el rechazo, su total y absoluto desacuerdo con la política gubernamental, del signo que fuera, presente y pasada, en lo referente a dos pilares básicos de la sociedad: sanidad y educación.
Acaba de volver un familiar médico, de
invertir sus vacaciones curando a los niños etíopes. De su experiencia
resaltaba, no sólo la satisfacción por sentirse tremendamente útil, sino lo
escandaloso de la incultura reinante, que hacía posible la manipulación por
parte del gobierno. Citaba algunos ejemplos, como que la gente, aún siendo
pobre, aún careciendo de los requisitos mínimos de subsistencia, tenía en sus
ínfimas chabolas un televisor y un video (posesiones supuestamente
imprescindibles), o que gastaban el dinero que les entregaba la ONU para
potabilizar el agua, en galletas u otros productos innecesarios. Estos inauditos ejemplos ponen de manifiesto
la importancia del conocimiento, la formación, la cultura, para discernir lo necesario de lo
innecesario, para saber que con estas pequeñas golosinas sus gobernantes los
engañan, permitiéndoles gastar la poca ayuda que se les concede, en objetos fútiles
para su desarrollo. Mientras tanto, muchos de estos gobernantes claman ayuda
exterior, que gastan en nadar en la abundancia junto con un grupito de
agraciados.
Engaños, injusticias, podemos padecerlos
todos, pero no lo olvidemos, la incultura crea masas descabezadas , incapaces
de comprender por qué se hunden cada vez más, o lo que es peor, que son
implacablemente hundidos.
Mi más
sincera enhorabuena, estimado profesor.
Checha, 30
de octubre de 2012
Es muy fácil opinar y criticar sobre los demás, sobre sus pensamientos y acciones, lo que deben pensar, decir y hacer, organizarles la vida, pues eso es falta de respeto. Javier Marías es muy dueño de no querer aceptar ese premio, es su forma de protesta contra los recortes en sanidad y educación, hace muy bien, y al que le pique, que se rasque, a ver si le sale sarna. Ya lo hemos comentado aquí muchas veces, que la justicia no es la misma para los que están arriba y para el pueblo, y que los recortes deberían empezar por arriba, nos sobra el senado, coches oficiales, etc, el gasto público controlarlo para que no se "pierda" en el camino, y al pueblo no habría que recortarle nada.
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