MAR DE MÚSICAS
Ya no pido
permiso, sé que lo tengo, es justo el significado de confianza y amistad.
Caminar por la orilla del mar, en soledad,
sintiendo el golpeteo de las olas en los pies y el azote de la brisa en el
rostro es sensación de libertad.
Jamás he usado auriculares en el mar,
cualquier otra música que no fuera la suya, hubiera extorsionado mis
sensaciones.
Sin embargo, Mozart podría ser un buen
acompañante, algún día lo invitaré a pasear y espero que me arrulle y despierte
en mí, al menos un ínfimo eco de las maravillas que ha obrado en Milamami.
Mejor os dejo con ella:
Mientras escucháis el Laudate
Dominum os narraré cómo lo descubrí yo hace años. Entre mis manos un
recopilatorio de Mozart, auriculares, el mar de septiembre, mis pies recorren
sus aguas entre arena y espumas. Llega el Laudate, me detengo, me giro hacia el
mar para contemplarlo en toda su plenitud, la voz de Kiri Te Kanawa, la soprano
neozelandesa de origen maorí me está cantando, Mozart invade el universo ante
mis ojos. Entran las voces del coro como los ecos de miles de caracolas. Vuelve
la voz de la soprano enlazada a los cánticos, como subida en una ola, limpia,
sostenida, poderosa y mansa. Todo está bien, todo es perfecto, la belleza
sentida no me cabe dentro, la vida y la muerte son entendidas en su plenitud,
si falleces en ese instante, no importa, forma parte del éxtasis. El mar viene
a mi, me envuelve y me lleva, me libera y me transforma. La escucho una y otra vez, quiero retener lo vivido.
He elegido este vídeo porque para mí
es perfecto, en imagen y sonido, la voz de Anja Harteros es grande y dulce,
produce un eco majestuoso.
Anja Harteros - Laudate Dominum - Dresden Adventskonzert '08
YouTube - Vídeos de este correo
electrónico
Milamami, 9
de mayo de 2012
(comentado por Checha)
Y a mi me vuelve la sonrisa tonta, porque me trajinas y me jaleas como te viene en gana, ¡¡¡VIVA LA MADRE QUE TE PARIÓ!!!. Y hablando de tu mami, tú sabes que la quiero, para mí era mi gran fan, de niña, de jovencilla, me pedía que le cantara, podía sentir su cariño, sin ella saberlo me daba autoestima, me daba alas.
ResponderEliminarA pesar de los auriculares el susurro del mar llega a los oídos, se escucha como parte y acompañamiento a las melodías, el mar te entra con bocanadas de aire purificador. Sientes que formas parte del todo, sin miedo a la muerte, la cual siempre la he comparado con la metamorfosis del gusano a mariposa. Sí, igual que la mariposa, aunque no se ve, está contenida en el gusano, y en el capullo se transforma y queda liberada, el alma se libera de nuestro cuerpo a través de la muerte, y avanza en la otra dimensión donde nos espera EL ESPÍRITU PERFECTO, SIEMPRE NOS ESPERA.
Hay momentos en nuestra vida de COMUNIÓN CON EL TODO, DE UNA CLARIVIDENCIA Y UNA CLARIAUDIENCIA ABSOLUTAS; ÉXTASIS ESPIRITUAL QUE TE REDIME, TE LIBERA DE ATADURAS Y TE TRANSPORTA CON EL AMOR PERFECTO.