Cajita dorada
En una cajita dorada
guardo el perfil de tus ojos,
no, el de tu mirada.
Es ardiente la cajita,
cálidas son tus pupilas
que penetran en las mías
como agujas encantadas,
las abren y las extienden
en brillo y en alborada.
Crueles infiernos cruzamos,
cerrando manos abiertas,
cegando pese
a las fluidas lágrimas,
ojos que ya no soñaban.
Hoy ya no abro la cajita,
no se escape alguna mota,
algún trozo de ternura
que mi recuerdo abarrota.
Recordado es vivido,
y lo vivido es alma,
ya exultante
ya rasgada,
que fue y será
cadena indestructible,
tenue linea ignota
de mi yo que avanza
con una mochila
discreta y silenciosa.
Checha, 22 de junio de 2023
Imagen: dreamstime
No hay comentarios:
Publicar un comentario