No más

No más lágrimas

que riegan

arena valdía,

no más cánticos

al pudo ser

y no fue,

no más vientos negros

que llevan sin rumbo,

sutilmente

a ese mundo del ayer,

del mar que no es mar,

del río sin agua,

de la fuente amarga,

de la flor marchita y parda.

No más lágrimas

que ensucian

mi rostro extenuado,

que siembran tristeza

y abren heridas

a un corazón destrozado,

que ahogan esa paz,

tan dulce y tan queda.

No más,

no más.

Brisas nuevas corren,

me acurruco en sus caricias,

en sus abrazos que no hieren,

mas sanan,

acogen.

Checha, 15 de enero de 2019