Pequeñas cosas

Que horror da la indiferencia,

el desdén por la belleza,

por ese ramo de espliego

por la pluma casi rota

que escribe si se la frota.

Bueno y bello se solapan.

No hay nada cuya belleza,

tan oculta, tan callada,

no se asome por el quicio

de la ventana cerrada,

no reluzca cuando el sol

brilla en la bella mañana.

Ciego el que en la agonía

busca  extraña sintonia

entre lo falsario y cierto,

entre dichas pasajeras,

entre notas a destiempo.

Que un día tiene más ases

y una noche más compases,

que lo pequeño esta lleno

de ricas savias y azares.

En un mundo falso y plano,

simple ruta la de aquel

que se afana en lo más vano,

desconociendo el placer

del enigma soberano

que existe en lo más cercano.

Checha 8 de febrero de 2018