La
farola
La
vieja farola llora lágrimas de luz,
ya
no alumbra de tanto alumbrar,
cómo
apagan y encienden su estela,
si
para tal caso bastaría una vela.
Y
arde su cuerpo
y
anhela aquel tiempo
en
que yoes iluminados
marchaban
entre las sombras
leyendo
bajo sus rayos
alguna
carta de amor.
Que
sobra luz
¿no
lo entienden?
Que
necesita de sus rellanos
para
ser día
con
sus descansos
para
que su luz sea estrella,
no
parque de mil relámpagos.
Ay
farola incandescente
flor
de aurora floreciente
no
te mueras deslumbrada
vive
humilde y reluciente.
París,
tu si me comprendes
y
entiendes al caminante,
ni
derrochas
ni
destrozas
el
halo de luna errante.
Oh
Paris penumbra amada
¡que
placer, me siento arroopada!
Checha,
23 de febrero de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario