domingo, 25 de febrero de 2018


La farola



La vieja farola llora lágrimas de luz,
ya no alumbra de tanto alumbrar,
cómo apagan y encienden su estela,
si para tal caso bastaría una vela.

Y arde su cuerpo
y anhela aquel tiempo
en que yoes iluminados
marchaban entre las sombras
leyendo bajo sus rayos
alguna carta de amor.

Que sobra luz
¿no lo entienden?
Que necesita de sus rellanos
para ser día
con sus descansos
para que su luz sea estrella,
no parque de mil relámpagos.

Ay farola incandescente
flor de aurora floreciente
no te mueras deslumbrada
vive humilde y reluciente.

París, tu si me comprendes
y entiendes al caminante,
ni derrochas
ni destrozas
el halo de luna errante.
Oh Paris penumbra amada
¡que placer, me siento arroopada!

Checha, 23 de febrero de 2018



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