Uy
qué frío
amor
mío.
Tu
cuerpo hiela mis venas,
tu
alma mi desencanto
de
tanto y tanto cariño,
de
cariño malgastado
tranformado
en duras penas.
Me
hielo amor
que
me hielo,
Y
que helándome me muero
de
no saber donde ha ido
la
pasión de mis deseos,
de
buscar cielo y alfombra,
objeto
de mis anhelos
y
encontrarme que no han sido
no
más que puros camelos.
Y
te ríes y no lloras
porque
no sientes el mundo
porque
careces de aurora
porque
tu alma no añora
los
secretos de las horas,
el
intenso olor a tierra,
el
rojo de las amapolas.
Siento
frío
y
siento el hielo
que
quema mi alma entera,
que
me roba el sol del cielo,
siento
y siento desconsuelo.
Checha,
6 de noviembre de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario