Un
puto número
Los
anegados ojos de María
derraman
lágrimas de hastío.
¿Y
quien es María?
María
no es nadie.
Nadie
conoce sus sinsabores,
sus
desdichas, sus dolores.
Un
vaso rebosa agua podrida
y
el que mira el agua
la
ve limpia, recien nacida.
Ciegos
entre colores,
¡que
catástrofe!
Nadie
sabe de amores
de
trinos y pájaros cantores,
porque
no somos más que eso,
un
puto número,
que
está o no está,
que
no rie ni habla,
que
un día desaparecerá
y
nadie, nadie sabrá
que
ese número,
ese
maldito número
podrías
ser tú, yo
¿qué
más dá?
Checha,
8 de septiembre de 2017
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