martes, 4 de junio de 2013

SI HUBIERAS HABLADO, DESDÉMONA

SI HUBIERAS HABLADO, DESDÉMONA

Fue la traducción de este libro el proyecto final de mis estudios de traducción en la Universidad Complutense de Madrid.
Desgraciadamente, hubo un equívoco en la búsqueda de libros  inéditos, y tras haber realizado la traducción completa, pudimos comprobar que el libro ya había sido traducido, lo que me impidió la publicación del mismo.
En cualquier caso, os lo recomiendo encarecidamente.


Contiene los monólogos de 11 mujeres que dicen lo que piensan. Las voces se han extraído de la historia y la ficción, antiguas y modernas. Algunas de las voces son famosas por su relación con un hombre famoso - Laura de Petrarca y las esposas de Goethe y Lutero, mientras que otros son familiares en su propio derecho - Safo, la Virgen María y Climenestra.

Christine Brückner ‘Si hubieras hablado, Desdémona”
111 páginas
Editorial Laja
Barcelona, 1988


Fragmento de Otelo, de Shakespeare

CASSIO.- Ninguno en el mundo; ni conocía a ese hombre.
IAGO.- (A Blanca.) ¡Cómo! ¿Palidecéis?- ¡Oh, sacadle al aire! (Cassio y Rodrigo son sacados afuera.) Esperaos, buenos caballeros.- ¿Estáis pálida, señora?- ¿No advertís el terror de sus ojos?- Pardiez, si estáis ya sobrecogida de espanto, sabremos más en seguida. ¡Contempladla bien! Por favor, miradla. ¿Lo notáis, señores? ¡La culpabilidad habrá de rebelarse, aun cuando la lengua está muda!
Entra EMILIA
EMILIA.- ¡Ay! ¿Qué sucede? ¿Qué sucede, esposo?
IAGO.- Cassio acaba de ser asaltado aquí, en la oscuridad, por Rodrigo y otros individuos que se han dado a la fuga. Le han medio matado y Rodrigo está muerto.
EMILIA.- ¡Ay, el buen caballero! ¡Ay, el buen Cassio!
IAGO.- ¡He ahí los frutos de la putería!- Por favor, Emilia, ve a informarte dónde ha cenado Cassio esta noche. (A Blanca.) ¡Cómo! ¿Os hace esto temblar?
BLANCA.- Ha cenado en mi casa; pero esto no me hace temblar.
IAGO.- ¡Oh! ¿Ha cenado en vuestra casa? Os lo ordeno, venid conmigo.
EMILIA.- ¡Vergüenza, vergüenza de ti, puta!
BLANCA.- ¡Yo no soy una puta, sino una mujer de vida tan honrada como vos que me insultáis así!
EMILIA.- ¿Como yo? ¡Quita allá! ¡Vergüenza de ti!
IAGO.- Amables caballeros, vamos a ver curar al pobre Cassio.- Venid, señora, nos contaréis otro cuento.- Emilia, corre a la ciudadela y refiere a mi señor y a mi señora lo que ha ocurrido.- ¿Queréis ir delante? (Aparte.) ¡Esta noche hago mi suerte o me destruyo por completo! (Salen.)
Escena Segunda
Dormitorio en el castillo.-Desdémona duerme en el lecho.-Arde una luz
Entra OTELO
OTELO.- ¡He ahí la causa! ¡He ahí la causa, alma mía!... ¡Permitidme que no la nombre ante vosotras, castas estrellas!... ¡He ahí la causa!... Sin embargo, no quiero verter su sangre, ni desgarrar su piel, más blanca que la nieve, y tan lisa como el alabastro de un sepulcro. Pero debe morir o engañará a más hombres.- ¡Apaguemos la luz, y después apaguemos su luz! Si te extingo, agente de la claridad, y me arrepiento en seguida, podré reanimar tu primitiva llama; pero una vez tu luz extinta, ¡oh, tú, el modelo más acabado de la hábil naturaleza!, no sé dónde está aquel fuego de Prometeo que volviera a encender tu luz. Cuando haya arrancado tu rosa, no podré darla de nuevo su potencia vital. Necesariamente habrá de marchitarse. (Besando a Desdémona.) ¡Quiero aspirarla en el tallo!- ¡Oh, aliento embalsamado que casi persuade a la justicia a romper su espada! - ¡Uno más! ¡Otro aún! ¡Quédate así, cuando estés muerta y te mataré, y acto seguido volveré a amarte! ¡Otro más! ¡El último!... ¡Nunca beso tan dulce fue tan fatal!... ¡Fuerza es que llore!... Pero son lágrimas crueles... ¡Este dolor es celestial; hiere allí donde ama!- Se despierta.


Christine Brückner, en su libro Si hubieras hablado, Desdémona, Laia, Barcelona, 1989 [1983].
da voz a, entre otras, la mujer más arquetípica de la cultura occidental: la Virgen María. Ésta, dirigiéndose directamente a Dios Padre, por quien se ha sentido manipulada, se queja de haber sido relegada a una mera función religiosa, por muy alta y trascendental que ésta hubiera sido.
María expresa sus sentimientos ante hechos del Evangelio en que su amor función religiosa, por muy alta y trascendental que ésta hubiera sido.
María expresa sus sentimientos ante hechos del Evangelio en que su amor maternal y su derecho a la educación personal de su hijo han sido claramente sobreseídos, por motivos de índole “superior”.
El aspecto humano de María, como mujer y madre, está aquí perfectamente articulado, y complementa el estudio sobre esta figura histórica llevado a cabo por Marina Warner y publicado en 1967 bajo el
título Tú, sola entre todas las mujeres.
La desmitificación absoluta del parto virginal del niño salvador ha sido descrita por Grace Paley en la narración breve “At That Time, or The History of a Joke”.
En esta obra se analiza, desde una perspectiva histórica, artística y popular, el desarrollo de la figura de
María, bien como Madre, bien como Reina, Virgen, Intercesora o Esposa Celestial, según las necesidades sociales del momento y las circunstancias históricas. Así se ha ido construyendo un ejemplo de feminidad que
solamente ahora comienza a desconstruirse.

La autora española Dolores Soler-Espiauba ha dedicado también una novela al mismo personaje:
Hermana Ana, ¿dónde estás?, Espasa-Calpe, Madrid, 1990.

Sobre Christine Brückner en La Vanguardia

Valiosas plumas germanas han demostrado ya la solidez de la actual
narrativa en Alemania.
Christine Brückner (Waldeck,1921) llega avalada por el prestigio
de sus coetáneos y por el suyo propio: ha vendido en su país más de
100.000 ejemplares desde que en1983 apareciese la edición original
de “Si hubieras hablado, Desdémona”. Discursos no pronunciados
de mujeres enojadas”. Las exhortaciones de personajes tan alejados
en el tiempo como Safo, la VirgenMaría o la esposa de Goethe, o de
personajes dramáticos tan dispares como Desdémona, Lisístrata o
Clitemnestra, reflejan los sentimientos de las mujeres de hoy.
La subjetividad con que la autora encara la creación de estos
discursos airados puede enfrentarse con la subjetividad del lector/lectora y
no cuajar del todo la comunicación, puesto que a los personajes históricos y
literarios—de alguna forma— ya los hemos forjado en nuestro
subconsciente.
Sin embargo, el esfuerzo que realiza Brückner para otorgarle a cada, mujer
un discurso propio es notable y el resultado satisfactorio. El libro se
convierte en un conseguido ejercicio literario en el que cabe todo, desde el
 humor, la causticidad, la amargura y el amor, hasta la crítica más ácida a
la sociedad actual y muy especialmente a la sociedad patriarca! De todos
los tiempos. Las mujeres que eran sujetos pasivos de la acción, se dirigen a
sus maridos. rivales, amantes o a un perro o incluso a Dios: y por primera y
última vez dicen lo que verdaderamente piensan. En este sentido, los
mejores relatos son los que se refieren a escritores .En “la mitad más gorda
de Goethe” la obesa esposa de la prestigiosa Excelencia de Weimar
increpa a Charlotte von Stein, mientras va labrando las virtudes y defectos
de “su” hombre: “,Por qué nos odia usted? Si yo no le he robado nada. Lo
que yo le dí, usted no estaba dispuesta a entregarlo, ni siquiera lo tenía.
Uno se da cuenta de lo mucho que valía una cosa según se siente cuando la
pierde. En el jardín he aprendido que para que crezca algo hay que sembrar
antes”.
En “El amor tiene un nuevo  nombre” queda muy bien perfilada la
personalidad de Petrarca. Laura enferma de peste perora acerca del poeta
huido. Se queja de que Petrarca nunca se atreviese a decirle nada, a pedirle
nada, de que la mata para escribir los poemas que le dieron fama, de que
nunca la tratase como a una verdadera mujer. Define a la perfección como
actúa, muchas veces, el poeta con el objeto de su posesión:
“Tú te libras de mí con unas pocas palabras. (...) Tú no llorabas por mí, llorabas tu propio dolor. No me amabas a mí, sino al amor que sentías por mi; Cuando esté muerta seguirás viéndome en cada laurel y en cada nube. (...) ¿Habré vivido? ¿No será que me has inventado?
El oficio de dramaturga
En realidad, estos discursos de Christine Brückner son monólogos teatrales perfectos: existe un estilo para cada personalidad. Estos monólogos representados tendrían el mismo éxito o más que leídos. Las mujeres silenciadas, vilipendiadas, olvidadas u ocultadas responden con audacia y amargura; desde la esposa de Lutero hasta la vengativa Clitemnestra que le
dice a Agamenón después de haberlo asesinado: “Muchas veces decís lleno de vanidad, ¡soy de hierro! Pues bien, oxídate. También el orín acaba pudriéndose”.
El discurso más hiriente, quizá por la proximidad histórica, es “No habrá monumento para Gudrun Ensslin”; la terrorista de la banda Baader-Meinhoff habla desde la celda de Stammheim antes de su supuesto suicidio. Brückner muestra especial simpatía por Ensslin, no hay que olvidar que los suicidios de los terroristas en la prisión conmocionaron a la opinión pública mundial apenas hace una docena de años. GudrunEnsslin es hija de un pastor protestante y esposa de escritor, Brückner también. De este modo, los
avatares de la terrorista le vienen como anillo al dedo a Brückner para defender sus ideales. Es cuando más auténtica se muestra ni siquiera en la réplica que ella misma le hace a su colega Malviday Meysenburg, en “Baje usted una octava, señorita von Meysenburg!”, llega a ser tan convincente, caústica y apasionada.
La autora, que es también dramaturga, realiza guiños literarios,
por ejemplo, en el discurso de Clitemnestra alude a “Les Mouches”
de Jean PaulSartre: “Algún día las moscas vengarán a Clitemnestra”.
Creo que Brückrer ha vengado a mucha gente.




Biografía de Christine Brückner

Escritora alemana nacida en Schmillinghausen en 1921. Antes de comenzar a escribir, Christine Brückner  trabajó como cocinera en un hotel, como directora de un comedor universitario, como contable y como asistente en el Instituto de Arte de Marburg. Su primera novela, Ehe die Spuren verwehen (Antes de que las huellas se borren, 1954), se tradujo a siete lenguas. A ella le siguieron otras novelas y narraciones, pero también colaboraciones en periódicos, libros para niños y guiones radiofónicos. Actualmente vive en Kassel, dedicada por completo a la literatura.
Siguiendo el estilo y la temática de sus dos modelos literarios, Theodor Fontane yCharles Dickens, Brückner demuestra en sus obras el devenir de la Historia contemporánea en el destino de sus diferentes personajes. En su mayoría son existencias desarraigadas, inadaptadas, fracasadas, personajes marginados por la sociedad, que buscan con optimisto un nuevo hogar, una nueva sensación de arraigo. Es el caso de las novelas Frühling im Tessin (Primavera en el Tesino, 1960), Die Zeit danach (El tiempo de después, 1961), Letztes Jahr auf Ischia (El año pasado en Ischia, 1964) o Das glückliche Buch der a.p. (El afortunado libro de a.p., 1970), obras que tratan de problemas privados y familiares, del amor, de la amistad, del matrimonio, de la separación. En los años 70 sus textos ganaron en dimensión política e histórica, así por ejemplo en sus Überlebensgeschichten (Historias de supervivencia, 1973), una obra que trata de la guerra y de sus víctimas.
Brückner consiguió un mayor número de lectores tras el rodaje para televisión de sus novelas sobre refugiados: la trilogía de novelas compuesta por Jauche und Levkojen (Agua sucia y alhelíes, 1975), Nirgendwo ist Poenichen (Poenichen no está en ninguna parte, 1977) y Die Quindts (Los Quindt, 1985) refleja la lucha por la supervivencia de Maximiliane Quindt, quien, a causa de la guerra, ha de huir desde Pomerania hacia el Oeste para poder asegurar una existencia a sus cinco hijos.
Otras obras posteriores (Das eine sein,  das andere lieben, Ser una cosa, amar la otra, 1981; Wenn du geredet hättest, Desdemona, Si hubieras hablado, Desdémona, 1983) tratan problemas femeninos a través de protagonistas que buscan su identidad más allá de los papeles preestablecidos por la sociedad para cada sexo.

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1 comentario:

  1. Hay gente que no sabe distinguir entre la angustia y el miedo. Se puede ser valiente y sentir angustia ante la presión de determinadas circunstancias. Uno se vuelve opaco, pero no verde.
    Verde es la envidia y verde el miedo, por lo que comparte con ella.

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