lunes, 27 de agosto de 2012

DEL BUEN VIVIR O MORIR


DEL BUEN VIVIR O MORIR



“Fumar mata”, todos lo sabemos, pero, ¿no se re-mata, a veces, lo que ya estaba muerto?.
¿Mata quizás el tabaco la violencia y frustraciones humanas?, ¿quizás los venenos en forma de acidulantes, espesantes, colorantes, conservantes que ingerimos habitualmente en nuestra dieta?, ¿quizás las emisiones letales de energías “aparentemente necesarias”, promotoras de la vida rápida y apresurada en que estamos inmersos?.
   No sin razón, argumentan los demonizadores del tabaco, que se han elaborado miles de estudios y estadísticas que confirman la nocividad del tabaco y su estrecha relación con un sinfín de enfermedades pulmonares y con el temido cáncer mortal.
Los fumadores, entre los que me incluyo, entonamos el “mea culpa”, asumimos nuestra correspondiente mala conciencia, y muchos, entre los que no me incluyo, afirman a diario la famosa frase de Italo Svevo en su libro “La conciencia  de Zeno”: “último cigarrillo” (sin añadir la indispensable coletilla: por hoy), haciendo gala de la radical  ingenuidad que caracteriza al ser humano: la de creerse  incondicionado, absolutamente libre en su capacidad decisoria.
   Malditamente ingenuos somos, maldítamente ingenuos.  Cuando llegamos a percatarnos de que se potencian determinados estudios o estadísticas en detrimento de otros a causa de decisiones gubernamentales, absolutamente determinadas por razones políticas, en última instancia, financieras, ya han movido los hilos de nuestra marioneta, hasta los más indeseables. Es cuando nos sentimos tontos de remate, cuando despierta nuestro adormecido sentido común y comenzamos a preguntarnos: ¿por qué no abundarán en los medios de comunicación las estadísticas del hambre en el mundo, que afecta a un 65% de la población?, ¿por qué no se estudiarán más esas enfermedades infecciosas, incluídas en el saco cabe-todo de “virus”, que provocan la mayor parte de las muertes?.   Parece que las dos realidades anteriores nos afectan poco, pertenecen a los infrahumanos tercermundistas.  Los ricos hemos de aceptar sin más, y creyéndolo conforme a derecho, la deuda impagable que tienen estos países, que en toda justicia habríamos de pagar nosotros, tras haber expoliado sus tierras, destrozado su vida natural, en la que se sentían felices.  Y no conformándonos con ello, aún nos negamos a cederles esa miseria de 0,7%, esa nada para nosotros, vida para ellos.
   Bien, pues nos elevaremos en la invisible escala de lo humano hasta llegar a las culturas más avanzadas, donde la competitividad, el trabajo como máximo valor vital, el estrés y depresión que ello conlleva, la inmersión en la soledad y en el absurdo..... parecen no contarse como causa fundamental de la enfermedad , según estadísticas, más mortífera en el mundo desarrollado, esto es, la enfermedad cardiovascular.  ¿No lleva la obesidad mórbida, tan frecuente en la élite humana, provocada por la ingesta de alimentos cuasi putrefactos (grasas y desperdicios de carne utilizados en la elaboración de hamburguesas y demás elaboraciones al minuto) o los aperitivos embolsados, cargados de colorantes cancerígenos, inevitablemente al padecimiento de esta temida enfermedad, si nos atenemos a los movimientos limitados y cuasi parálisis corporal que la acompañan?, http://pensaresgratis-mafiappsoe.blogspot.com.es/2012/02/cancer-primera-causa-de-muerte-en-el.html
¿No es descorazonador ver los complejos, desánimo, aislamiento, soledad, a la que están sometidas estas personas, cuya única ventana al mundo termina por ser un ordenador, en el que, gracias al anonimato , consuelan sus desdichas aparentando ser diferentes?. En definitiva, no sabemos si fue primero el huevo o la gallina, si la soledad y depresión o la obesidad. No importa. Existe, y es suficiente. Como también existe, como perfecto acompañante a esa vida insalubre, la extrema violencia, permiso indiscriminado de armas, juegos de rol, juegos Tetrix mata-lo-que-sea,  la constante lucha, no por uno mismo, sino contra el otro, amenazante y amenazada por la incertidumbre: inestabilidad laboral, contratos basura, paro...., que sumen al individuo en miedo, traducido en tristeza, que no es más que muerte en vida.         
   Parece que no conviene invertir el erario público en el estudio de estas realidades, ni hacerlas públicas, ni paliarlas ( os recomiendo el LIBRO: ETERNA JUVENTUD, VIVIR 120 AÑOS - Ricardo Coler
“La medicina de hoy tiene un carácter policial”)
   Tampoco interesa saber que hay miles de tribus en extinción que reivindican no entrar en esta abominable sociedad, sino sobrevivir en sus propias condiciones, desoyendo los sabios consejos de los “reyecillos del malvivir”.
¿Cuál es la razón última de que se ignoren todas estos factores que van matando subliminarmente, que van dando pequeñas estocadas, convirtiendo el mundo en un espectáculo de rejoneo, con puntas envenenadas?-
“El gran teatro del mundo”, nos diría Calderón.

   Observo la imagen de una viejecilla andina, 112 años, rostro surcado de arrugas solares, frente al que no necesita protección, fumando sus hierbas no adulteradas (a veces más fuertes que el  opio o la coca), pero viviendo una vida pacífica, utilizando sus esfuerzos para lo auténticamente necesario, es decir, la manutención propia y de su familia; una vida longeva y feliz.... http://www.taringa.net/posts/info/1703613/Vivir-mas-de-120-anos-y-no-morir-en-el-intento-xD.html
Recuerdo entonces un par de refranes:
“Más vale morir en paz que vivir en guerra”
“Más vale poco y bueno, que mucho y malo”
.... No es la longevidad lo que interesa, pero sí la causa de la misma, la vida en paz.
La pregunta es: ¿vivir muriendo o morir habiendo vivido?.
   Si tras leer estas lineas alguien es capaz de pensar que pretendo hacer apología del tabaco, debería , sin duda alguna, reaprender a leer. La única apología que se deriva de mis palabras es la del buen vivir, para no ser sorprendido por la muerte.
(Os recomiendo que os asomeis a las estadísticas de la OMS acerca de la muerte en el mundo, en países pobres y ricos, además de echar un vistazo a los enlaces que incluyo acerca de las olvidadas enfermedades mentales como importante causa de mortalidad, y la curiosa entrevista a uno de estos longevos que he mencionado)
Checha, 27 de agosto de 2012


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