jueves, 20 de septiembre de 2018


Suspiro



Y un amargo suspiro
se coló
por mi entreabierta ventana,
denso, espeso,ácido,
como la misma retama.

Le rogué que me dejara,
que ya no quedaban lágrimas
en las cuencas de mis ojos
para llorar esa trama.

Pero insistió en persistir,
en inundar de recuerdos,
pasados, tristes, podridos
mi mente cansada,
mi mente resignada,
mi alma agotada.

No lloré pues no podía,
atorada, desolada,
como una estaca clavada
en huerto frío y sombrío,
me quedé en la nada.


Checha, 19 de septiembre de 2018

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