En
silencio
Lloraba
en silencio,
y
cada una de sus lágrimas
eran
un dardo a la injusticia
a
la separación y al desamparo.
Me
abandonó mi mamá,
decía
entre rejas hacinado
junto
a otros miles de niños
igualmente
encerrados.
No
te abandonó tu mamá, cariño,
te
separaron los ricos,
los
soberbios y ramplones,
que
no aceptan migraciones
de
las que inmunes se nutren,
lo
que abogan por pureza
de
una utópica raza,
mezcla
de civilizaciones.
No
llores mi niño, no,
guarda
las lágrimas tristes
y
tórnalas en alegría,
al
saber que el mundo sabe,
que
denigrante es tu pena,
que
ni el más grande tirano
arrancará al alma la porfía
de
luchar como un valiente,
de
hacer frente hasta la muerte
a
ese demiurgo maldito
que
da su mano a las razas
y
deja a los hombres cautivos
en
un desierto que un día
será
desierto a sí mismo.
Calla,
en silencio, calla,
que
aún no está todo escrito.
Checha,
28 de junio de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario